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Escenas del colapso


06 de septiembre de 2025

Un festival financiero que se profundiza a pasos agigantados mientras cae el empleo, el salario real y se desmantela lo poco que quedaba del andamiaje industrial. Un programa de saqueo y miseria planificada que exhibe como único catalizador de la crisis al personaje que hoy ocupa el lugar de Presidente de la Nación. Todos indicios de una crisis que amenaza con instalarse más temprano que tarde.

Fernando Gomez

 

1.

“La codicia es buena. La codicia es correcta. La codicia funciona” repite Gordon Gekko, aquel villano encarnado por Michael Douglas en la película Wall Street del genial Oliver Stone.

La fuente de inspiración para recrear aquel funesto financista existe en la vida real y su nombre es Michael Milken, el “rey de los bonos basura” como se lo conocía en sus tiempos de timbero feroz en las calles de Manhattan, justo antes de ingresar a prisión a cumplir una condena de diez años, por la que finalmente pagó apenas dos años de efectivo cumplimiento y goza en la actualidad del indulto otorgado por Donald Trump.

A su encuentro en Los Ángeles viajó Javier Milei, junto a Luis “Toto” Caputo y un puñado de personajes que habitúan las nutridas excursiones del personaje impuesto en la presidencia del país a los Estados Unidos. Milken organizó un encuentro con corporaciones norteamericanas que buscan continuar depredando la economía local con rentabilidad financiera rápida a costa del sacrificio del ajuste del conjunto de los argentinos.

La primera empresa mencionada en las gacetillas de prensa como asistente a la reunión fue el JP Morgan, la entidad en la que cumplieron funciones la totalidad del gabinete económico de la Argentina, incluído el chileno que oficia de viceministro de Caputo.

En el mes de mayo de 2025, Milken realizó en Beverly Hills un encuentro anual de inversores al que los portales financieros especializados denominaron “el baile de los depredadores” por presentarse como una continuidad desanclada temporalmente de los eventos así denominados por el banco Drexel Burnham Lambert, el cual cerrara sus puertas entre escándalos promediando la década del 90.

5000 personajes de las finanzas norteamericanas reunidas para elogiar un nuevo tiempo de inversiones de alto riesgo en bonos soberanos basura de las periferias globales que, además, se jactan de realizar opulentos y extravagantes festejos a puertas cerradas a todo aquel que no pagara los 25.000 dólares que cuesta la tarjeta de invitación.

Para recibir a Javier Milei, Milken reunió unos cincuenta personajes de su círculo de influencia y algunos otros asistieron por convite del JP Morgan, en celebración de la rentabilidad escandalosa que les ofreció una macroeconomía diseñada por miserables para hundir a la Argentina en una crisis que se encuentra en plena gestación.

“La cena de los idiotas” es una película francesa escrita y dirigida por Francis Veber, uno de los más grandes directores de ese país. La película ficciona el entretenimiento que millonarios y snobs de la élite parisina encontraban en la realización de una cena en la que invitaban algún idiota inadvertido con el objetivo de burlarse de sus tonterías.

Pierre Brochant es el personaje inventado por Veber en la figura de un empresario evasor fiscal que reconoce en el funcionario del Ministerio de Hacienda, François Pignon, el idiota necesario al que invitar a dicha cena.

Milken se sacó una foto con Javier Milei, en la que el ex convicto financista posa con su calaverica sonrisa y el primer mandatario argentino aferrado a su carpetita de apego. Alec Oxenford, el embajador argentino ante los Estados Unidos, quien no vive en el país desde hace décadas, aparece en otra foto con el Presidente que sonríe y levanta sus dos pulgares con la pose habitual que lo caracteriza.

“Fenómeno barrial” twitea el pelotudo para celebrar las fotos como el idiota invitado a la cena de los personajes que han perpetrado un saqueo monumental financiado con el sacrificio actual y futuro de los que habitan nuestra Patria.

 Michael Milken y Javier Milei 

 

2.

“El gobierno argentino está habilitando la bicicleta financiera más grande del mundo”, señaló el economista Carlos Seggiaro en su canal de Youtube quien, a su vez, destacó que “un jugador especulativo en Argentina en el mes de agosto va a conseguir una tasa del 11% mensual, que no se consigue en ningún lugar del mundo en un año entero”.

500% creció la base monetaria de un gobierno que dice que no hubo emisión monetaria. El destino de la emisión monetaria fue financiar a las corporaciones que hacen negocio con la bicicleta financiera, a través del canje continuo de títulos de deuda.

15.000 millones de dólares se fueron del radar financiero del país desde que se liberaron las restricciones del “cepo”, una tasa de interés en niveles escandalosos, corporaciones de todo segemento económico fugando capitales pagando deudas con sus casas matrices.

Un auténtico festival financiero que se profundiza a pasos agigantados mientras el empleo y los salarios se caen a pedazos a partir del desmantelamiento industrial de lo poco y precario que quedaba en nuestro país.

Un saqueo planificado económicamente, organizado políticamente e impuesto a una sociedad anestesiada que, en el mejor de los casos, se escandaliza por los actos de corrupción y celebra frenar un ajuste delirante a las personas con discapacidad, y la sangría de pensiones que no superan los 350.000 pesos por mes.

 

3.

"Hay que estar abajo de Martín. Hay que... porque ya te digo, Martín es el que tiene la información, qué hay que hacer de... de cómo es... llevarlo a cabo. Entonces... y yo, desde mi punto de vista, desde mi punto que me toca a mí, yo respeto a Martín como cabeza..." fue el textual de Karina Milei que se escucho en el audio revelado por un streamer uruguayo como respuesta a un intento de censura por parte del circo de subnormales que integran funciones de gobierno.

Las notorias difucultades para enderezar un mensaje en público que trascienda los 45 segundos, con toda evidencia, se reproduce en el ámbito privado, donde la Secretaria General de la Presidencia de la Nación, exhibe una incapacidad notoria para coordinar monosilabos aislados de toda estructura lógica del lenguaje.

La atención política y la narrativa del escándalo escogida para esmerilar al gobierno de Javier Milei, es una radiografía al desnudo de la estupidez que atraviesa en forma lascerante la superficie de la vida institucional de un sistema político absolutamente incapaz de catalizar las urgencias y emergencias que envuelven la cotidiana existencia de una mayoría invisibilizada del lenguaje y el relato de la clase política.

“Lo verdaderamente alarmante no es la existencia de la estupidez, sino sus consecuencias macro-sociales” dice el escritor Miguel Barreiro Laredo en una nota de un medio español que compartimos en esta edición y agrega “un individuo estúpido puede arruinar una tarde; un estúpido con responsabilidades institucionales puede arruinar generaciones”.

Detrás de la crisis terminal que atraviesa el gobierno de Javier Milei, se exhibe sólido un programa de miseria planificada que lo encuentra como único catalizador de esta crisis.

Así, la narrativa de la corrupción, los abanderados de la transparencia y los catadores de moral ajena, pretende concentrar en la figura de Javier Milei y el gobierno neurodivergente que encabeza las consecuencias de una crisis social que, desde el minuto uno de su experimento, se anunciaba como inevitable frente al saqueo y la injusticia social que se materializaba al paso de la consolidación colonial.

 

 4.

"El mundo necesita justicia, no hegemonismo" sostuvo Xi Jinping hace unos pocos días en el marco de un desfile militar realizado por China en el que mostró su músculo armamentístico, que cuenta con innovaciones tecnológicas de las que carece el resto del mundo y un desarrollo misilítico jamás exhibido por ninguna potencia nuclear.

El evento, además, le permitió exhibir a China el músculo político nacido al calor de un nuevo mundo que se consolida al ritmo de la debacle hegemonica de los Estados Unidos. Vladimir Putin y representantes de ochenta países del mundo, compartieron con Xi Jinping el desfile militar en el que conicidieron el 70% de las potencias nucleares del mundo.

Unos días antes del desfile, el encuentro de la Organización de Cooperación de Shangai, mostró la capacidad articuladora en materia comercial y económica de la mayoría del mundo, en referencia territorial, poblacional, industrial y productiva.

“La humanidad habita el mismo planeta y debe permanecer unida, sin volver a la ley de la selva donde los débiles son presa de los fuertes” sostuvo Xi Jinping en la plaza Tiananmen ante las autoridades políticas internacionales, los millares de ciudadanos chinos que participaron del defile militar y los cientos de miles de soldados del Ejército Popular de Liberación (EPL) Chino.

Decíamos hace algún tiempo, desde esta columna editorial:

“Con toda evidencia, hay un sistema internacional diseñado por un polo de poder cuya hegemonía se agotó. Ese mito al que sus aduladores llaman Occidente, su forma de producir la arrogancia del dogma individualista y el supremacismo, está empezando a contar hacia atrás sus años de prepotencia impune.

El distópico Estados Unidos en el que se suceden crisis, represiones, detenciones masivas y más crisis sobreviviniente en medio de la impotencia económica del MAGA proclamado por Trump; al que acude sin pronta respuesta el gobierno sionista de Netanyahu; y con el que pelea sin horizonte propio una Europa decadente, envejecida y con crisis intestinas en cada uno de sus componentes; es el reflejo que nos devuelve un examen generoso de un polo de poder que se sintió inmune en su hegemonía durante los últimos ochenta años y se empezó a caer a pedazos.

Del otro lado, sin pretensión de antagonismos, hay polos de poder que defienden su protagonismo, su integridad y su sentido histórico. En la reivindicación de una multipolaridad evidente, contradictoria con  el binarismo de ese Occidente que se autoproclama bueno e identifica como malo a todo lo que desafía su prepotencia hegemónica, se está gestando una nueva manera de organizar éste mundo.

Estamos en el momento doloroso del nacimiento de un nuevo tiempo. En el que conviven amenazas y oportunidades. Un tiempo valioso para pensar desde éste rincón del mundo, desde la humilde nuestramérica que habitamos orgullosos, una forma de producir articulación y poder para tener una palabra firme en esta catastrófica producción de historia que nos atraganta de caos y angustia cada vez que asomamos la mirada al mundo.”

La cumbre de la organización de la cooperación de Shangai, el aglutinamiento de líderes mundiales detrás de la consigna que propone una nueva forma de organizar el mundo, contrastan con la decadente Europa y la arrogancia norteamericana que, en palabras de Trump, definió los acontecimientos de los días recientes con un twiter: “Parece que hemos perdido a India y a Rusia ante una China más profunda y oscura. ¡Qué tengan un futuro largo y próspero juntos!”.

 

5.

En tiempos en que la segunda guerra mundial abría paso a una nueva forma de organizar el mundo, nuestra Patria, el sentido de nuestro nacionalismo y las urgencias populares gestadas en tiempos de infamia, hicieron parir al peronismo y una forma de producción política que ponía la felicidad de nuestro pueblo y la grandeza de nuestra nación en el centro de los objetivos estratégicos.

Una forma de ver el mundo desde nuestros propios zapatos, una forma de reivindicar la dignidad desde el paradigma de la Justicia Social, una forma de enfrentar a las minorías desde una mayoría convocada a una épica.

Y un mito fundante, aquel 17 de octubre de 1945, nacido desde la respuesta de un subsuelo de la Patria que se sublevaba ante el encarcelamiento del catalizador de aquel momento histórico, Juan Domingo Perón.

Hay tiempos en que asomar la mirada al mundo se transforma en un actividad peligrosa, decíamos al comenzar a dar los primeros pasos de esta editorial. Peligrosa, pero necesaria. Indispensable, si además le sumamos el tiempo de oportunidades que nos ofrece la dinámica de nuestra coyuntura.

No alcanza con la catarsis sobre los personajes inimaginables del circo de subnormales que acompaña al presidente, ni atribuirles una autoridad de la que carecen o la responsabilidad por actos de los que solo ofician de catalizadores. Es tiempo de análisis, de diagnóstico profundo sobre la extranjerización de nuestra economía, sobre la hegemonía de los grupos económicos sobre el desarrollo nacional y de la parasitación de los especuladores sobre nuestra riqueza futura.

Este tiempo de emergencias, nos impone la urgencia de pensar la refundación de nuestra Patria, la gestación de una nueva independencia. Obliga a la militancia a pensar un sistema que reemplace a la institucionalidad viciada que caracteriza la actual democracia liberal, algo que el mundo viene procesando sin temores ni subordinaciones.

Hay que recuperar los genuinos origenes de un peronismo que se pensó como movimiento nacional para enfrentar el destino colonial que las potencias emergentes de ese tiempo diseñaban para nuestra Patria.

Pensarse como una minoría que acumula fortaleza en la medida que yuxtapone legisladores y representaciones institucionales, o hablando sencillo, ponerse a discutir los cargos; exhibirse narcotizados por el sufragio como único artilugio decorativo de la democracia liberal; sobreactuar la importancia de las elecciones para consolidar un cargo más y llorar impotencia cuando se usufructúa el cargo; nos ubica en el camino antagónico al que hay que emprender.

Aún peor, emparentan esas acciones a la pretensión de presentarse como alternativa institucional, moderada y vaciada ideológicamente, que discuta las formas de una crisis inevitable que se gesta en el horizonte de este programa de miseria.

Fernando Gomez

Fernando Gómez es editor de InfoNativa. Vicepresidente de la Federación de Diarios y Comunicadores de la República Argentina (FADICCRA). Ex Director de la Revista Oveja Negra. Militante peronista. Abogado.

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